EL ARTE DESDE LA EXPLORACIÓN
LA VIDA SIN EL UNICORNIO
Pero la vida sigue aun sin la luz de la vela.
Sin el libro, sin pareo, sin la fantasía del unicornio,
que en algún momento fue el motivo de existencia.
Queda la planta incólume luchando por la vida,
sostenida y limitada por la matera que la sustenta.
Yo me adhiero a la planta y me transformo en ella,
A través de sus raíces me planto en mi propia matera,
Asumo la vida desde la limitación humana, y a partir de ahí crezco con ella.
Abro las ramas, expando las hojas, crezco a la vida en el planeta Tierra.
Busco la luz, ya no en el cielo sino en la materia.
En el reflejo de una lámpara que de algún modo alimenta,
en el muro blanco y frio que a primera vista congela.
En lo que soy y no soy,
en presente,
En el momento y lo que tengo en frente,
más allá de su conciencia o su Divina esencia.